miércoles, octubre 10, 2007

Un arbusto en apuros

Kabul, tenemos un problema.

No sé si algún día llegaré a disfrutar de un salario medianamente decente, pero de momento puedo presumir de ir acumulando méritos que supuestamente me permitirán llegar a ser un hombre de provecho en poco tiempo. Utilizo los adverbios “medianamente” y “supuestamente” porque la cosa no está demasiado clara, pero eso es un asunto que se sale ya de los límites marcados en este post. Sigamos. La cuestión es que este fin de semana asistiré a un congreso en el que participan unos peces gordos de la cosa, y además podré leer una ponencia en la sesión del sábado por la tarde. Como decía, no está nada mal para tratarse de un pringado como yo. Sin embargo, ahora me enfrento a un problema de delicada solución: no tengo ningún traje en mi armario de Kabul. Este verano, listo de mí, decidí dejar mis mejores galas en España bajo la estúpida consigna de que “no voy a ir a ninguna entrevista de trabajo de aquí a Navidad, así que no vale la pena pasear los trajes de un lado para otro”. Entrevistas de trabajo ninguna (ahí lo clavé) pero de pronto me surge un bolo como éste y me encuentro en pelotas, casi literalmente. En mi descargo, quiero decir que no metí ningún traje en la maleta por miedo a que la compañía aérea me clavara por sobrepeso.

Considerando que el congreso comienza mañana jueves, y dada la gravedad de la situación, me veo obligado a considerar las siguientes opciones:

1) Vestirme de socialdemócrata, en tonos marrones y haciendo gala de la sempiterna chaqueta de ante (coderas opcionales). Según mi experiencia, un 30% o un 40% de los profesores españoles suelen cultivar este look “González, elecciones 1982”, así que es posible que la estética sociata también aparezca por Kabul. Si dos o tres individuos aparecen de esta guisa, allá que me voy con ellos.

2) Comprarme a toda prisa unos zapatos, unos pantalones, una camisa, una corbata y una chaqueta a juego. Pagarlo todo con la Visa y el mes que viene Dios dirá cómo acaba el asunto.

3) Alquilar un traje. Ya hay quien me ha sugerido esta posibilidad por e-mail, y empieza a ganar opciones según avanzan las horas.

Si fuera una tía, siempre me quedaría la opción de ponerme unas medias de mi abuela, una falda roída y un jersey descosido. Luego utilizaría la coartada “soy excéntrica” y asunto resuelto. Lamentablemente, mi condición de machote me impide semejante patochada. ¿Qué hacer, pues? Se aceptan envíos urgentes internacionales por parte de incondicionales arbustianos (si los hubiere, claro).

8 Comments:

At 10:42 a. m., Anonymous Anónimo said...

cómprate un traje nuevo y punto. y si no, haberte llevado los que tienes en madrid, que ya tienes una edad como para dejar de ir de guay por la vida. Siempre pueden surgir ocasiones en las que tengas que disfrazarte, parece mentira, Arbusto. Cler

 
At 11:42 a. m., Blogger ATT said...

Estoy con Cler.

 
At 12:54 p. m., Blogger Sue said...

Doy fe de que en Madrid Arbusto no tiene ningún traje, aunque sí unos voluminosos libros de arte muy útiles para calzar mesas. Quizá los tenga un poco más al sur, pero para el caso es lo mismo: necesitas una solución rápida. ¿No hay Zara en Kabul? En fin, no cabe duda de que saldrás airoso, como siempre.

Esto me lleva a pensar en la curiosa forma arbustiana de hacer equipajes, raquetas sí, trajes no, calzoncillos ocasionalmente...

 
At 3:33 p. m., Blogger arbusto el guerrero said...

Ya veo que estas tres damas tienen muy claro cuál es la solución que debería tomar. El caso es que hoy es miércoles y mañana me toca reunirme por primera vez con la colección de dinosaurios. En Kabul "habemus Zaram", querida Sue, así que igual tengo que pasarme por allí esta tarde.

 
At 4:19 p. m., Blogger atandocabos said...

tenés un hotel cerca? podrías pispear a algún cara-de-gerente y sacarle la maleta mientras hace el check-in..

bueno, Sue ha tenido buena idea. plata para Amancio!

 
At 6:34 p. m., Anonymous Anónimo said...

Ojo con los zaras querido amigo, que por allí están claramente overpriced!
Recuerdo que una vez me comentó que Vd. no se ponía corbata ni para las bodas, ¿qué ha cambiado? ¿Se nos está volviendo un burgués?

 
At 6:42 p. m., Blogger arbusto el guerrero said...

Vic: muy buena idea, ciertamente. Voy a ir a una tienda de disfraces para pillarme un traje de botones, y después me planto en el Hilton. Igual hasta aparece la hija del dueño por allí...

Marqués de Bradomín: precisamente, tengo unas fotografías tomadas en una boda reciente (mayo 2007) en la que aparezco como el único que no lleva corbata en el grupo de amigos. Para que vea hasta qué punto soy fiel a mis principios. Claro que, con tal de impresionar a un posible empleador, me estoy pensando seriamente eso de venderme al capital.

 
At 5:42 p. m., Blogger Quic said...

Zara es la única opción. O el equivalente de Kabul, que seguro lo hay.

Luego cabe el ridículo de que tú seas elúnico con traje, que, al no frecuentar yo esos saraos, no sé si es posible.

 

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