martes, julio 10, 2007

César Vidal, el divulgador de la teletienda, nos enseña en su nuevo libro el método para llegar a ser tan cultos como él

Llevaba yo un tiempo pensando en escribir un post con algunas recomendaciones de libros para este verano y, hete aquí, no me había dado cuenta de que César Vidal acaba de publicar un nuevo libro (“nuevo libro”, se entiende, hasta que saque otro en cuestión de días o semanas) titulado, de manera muy modesta, El camino hacia la cultura: Lo que hay que leer, ver y escuchar (editorial Planeta). Se trata, como no podía ser de otro modo, de un compendio de refritos que supuestamente convertirán a los lectores en gente culta tan culta y refinada como él. Bueno, nadie puede ser como Él, pero al menos el pueblo llano se le acercará un poco.

Antes de seguir leyendo esta entrada, recomiendo encarecidamente escuchar la entrevista de Cristina López Schlichting al ínclito Vidal. Como el documento sonoro no tiene desperdicio alguno, me permitiré comentarlo a continuación:

Así, para empezar con toque personal al asunto, cuenta Vidal que ya desde sus tiempos de profesor universitario se había dado cuenta de la falta de preparación de los alumnos que llegaban a la universidad procedentes de la ESO. Eso de dárselas de catedrático universitario queda muy bien ante los paletos de la COPE pero, para ser fiel a la verdad, Vidal debería dejar bien claro que hace ya varios años que no imparte clase. De hecho, dudo que haya dado muchas clases más allá del poco tiempo que estuvo en la Universidad de Zaragoza (y estoy tirando de memoria, que igual ni trabajó allí) y en la UNED que, como sus siglas indican, es la Universidad Nacional de Educación a Distancia (así que las clases que dio allí podrían contarse con los dedos de la mano de una tortuga ninja). O quizá, cuando habla de sus “alumnos universitarios”, se esté refiriendo a los alumnos del Máster de Periodismo de El Mundo a los que les daba una clase por semana, normalmente leyendo textos sacados del Encarta. Unos alumnos, por cierto, a los que no les devolvió los exámenes porque, claro, cómo devolver algo que no te has molestado en corregir… O, aún mejor (o peor), igual está hablando de los alumnos de la prestigiosa universidad norteamericana que responde al nombre de Logos, de la cual dice ser catedrático en las solapas de sus libros. Pero, ¿qué cojones es Logos?

- Para empezar, Logos no es una universidad sino un “college”, rango inferior cuyos estudios equivaldrían más o menos a módulos superiores en España pero en ningún caso a carreras.

- En Logos parecen que son más honrados que Vidal porque al menos reconocen que “Logos does not hold Regional Accreditation, nor is Logos approved by the Federal Department of Education”.

- Según la versión española de Logos, “Logos es un instrumento de renovación educativa en las manos del Señor. El propósito de esta revolución educativa es llevar al Cuerpo de Cristo a las normas originales de la Iglesia Nuevo Testamentaria para que esta revele el Reino de Dios en cada uno de los segmentos de nuestra sociedad, de modo que la Gloria de Dios cubra toda la tierra. Logos es parte del modelo del futuro aprendizaje, en el campo de la enseñanza superior, para la preparación ministerial”. Sin comentarios.

Más allá de sus ínfulas del profesor universitario que no es ni nunca volverá a ser, resulta sorprendente la capacidad que tiene Vidal de regalar tantas joyas de la estupidez en una breve conversación. Aquí van cuatro citas de su charla con la Schlichting tomadas casi al azar:

- Mi plan de bachillerato era bueno, pero no fue el mejor. El mejor plan de bachillerato fue el del año cuarenta y tantos. (Vidal: nostálgico).

- Si uno sigue el plan de trabajo del que yo hablo en el libro, al cabo de un año tendrá más cultura que los que entran en la universidad y, al cabo de dos, más que la mayoría de los licenciados. (Vidal: entre la autoayuda y la teletienda).

- Nosotros empezamos con Mesopotamia y Egipto. (¿Mesopotamia? ¿Esa civilización cuyos tesoros fueron esquilmados por el ejército de tu admirado Bush tras la invasión de Irak?)

- [Hice el bachillerato] En una época en la que no se proscribía ningún autor. (Vamos a ver, vamos a ver porque esto ya es serio. Si Vidal nació en 1958, tuvo que hacer bachillerato entre finales de los 60 y principios de los 70. ¿De verdad no se prohibían autores en el tardofranquismo? ¿Se recitaban entonces los poemas de García Lorca, un rojo maricón, en las aulas franquistas?)

Mucho ojo con el frito de refrito de fritanga que es El camino hacia la cultura. Dice Vidal que la primera de las cuatro partes está dedicada a “la literatura indispensable que hay que conocer” (en realidad, esta sección ocupa casi todo el libro) y en ella incluye “microensayos” que no son otra cosa sino reciclaje de algunos de sus más de 100 libros de “rigurosa” divulgación previamente publicados. Como ejemplo de estos ensayos reciclados, menciona Vidal los textos dedicados a estas cinco supuestas obras literarias: el Corán, los Evangelios, la Suma Teológica, El origen de las especies de Darwin y el Manifiesto comunista. Y no digo que no sean textos fundamentales, que lo son, pero de literatura tienen poco o nada y ya podría el señor Vidal tener la decencia de escribir ensayos nuevos sobre algunas de las 10.000 novelas que, seguramente, habrá leído en los últimos años.

Lo más grave del asunto es que ni el propio Vidal es capaz de mantener la farsa más allá de unos pocos minutos. Una vez agotado su arsenal de eslóganes de esos que salen en la televisión a las tres de la madrugada (“El propio libro incluye una guía de trabajo de trabajo flexible”, etc.) Vidal deja asomar su muy peculiar concepto de “selección”, que no es otra cosa sino leer las contraportadas de los libros y algún que otro pasaje con el que darse un barniz de cultureta. Transcribo aquí las palabras de nuestro prohombre:

Cuando uno busca unos poetas, en el cuerpo de libro uno ya se da cuenta de que ya puede seleccionar. De Lorca ya se dice “mire, lea usted este fragmento y esto otro y, el resto, ni se moleste usted en leerlo”. De Joyce se dice “evidentemente el "Ulises" es una novela extraordinaria, pero no se preocupe porque la mayoría de la gente que habla bien de ella no ha leído más allá de la página 20… yo estoy convencido de que es así” […] Entonces, claro, hay una selección.

¿Selección, don César? ¿Así es como trabaja usted?

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8 Comments:

At 9:35 a. m., Blogger Hans said...

Algún día te explicaré, querido Arbusto, el concepto de 'Buchklappekultur' [(c) Hans 1986]. Vidal es un exponente claro de llevar a las últimas consecuencias eso.
Madre del amor hermoso...

 
At 9:37 a. m., Blogger Hans said...

Ah, por cierto... ¿estás seguro de que éste dió clases en la Universidad de Zaragoza? Lo dudo bastante. Desde luego, no lo recuerdo (ni nadie de mi entorno lo ha comentado nunca)

 
At 11:25 a. m., Anonymous Anónimo said...

¡Buen trabajo! La verdad es que Vidal es un personaje esperpéntico, pero yo al menos le concedía el beneficio de la duda en lo de "universidad americana". Ya sabéis, hay intercambios con universidades españolas y cosas así para los que saben buscarse las habichuelas.

Lo peor de Vidal es que juega con la ignorancia de los viejecitos que oyen la cope. En dos años "la cultura de un licenciado universitario". ¿Desde cuándo un licenciado es un exponente de cultura? Y en un año la cultura de (cuidado) "un estudiante de selectividad" (!!)

Con respeto a Groucho Marx ;): poner el Manifiesto de 1948 al lado de la Biblia y el Corán me parece de los tiempos de maricastaña. Una cosa es que se la quiera dar de tolerante, pero otra es volver a los grandes dilemas universales de los años sesenta.

Me huelo que el libro será una ensalada de artículos y de otro material de relleno envuelto en ese objetivo de "ser culto". Pobres los que se gasten su dinero en eso...

 
At 4:43 p. m., Anonymous Anónimo said...

Jajaja muy bueno el post y sobre todo la referencia a esa gran "Universidad" de Logos.
Hay una cosa particularmente indignante en las declaraciones de este Menéndez Pelayo de vía estrecha que es César Vidal. Muy en la línea de ese sedicente espíritu "liberal" del que tanto presume, se permite ensalzar la educación franquista destacando el pluralismo y sobre todo el nivel de su bachillerato. Digo yo que ya está bien de tomaduras de pelo de este calibre. No hay más que mirar los índices de analfabetismo de España en 1975 para acabar con los argumentos de los encomiastas del Régimen. Lo del pluralismo no merece ni un comentario, porque no pasa de ser una broma de mal gusto.

Por cierto, a tu "admirado" Robinho (una gran estafa de jugador al estilo Denilson y Juninho) se unirá pronto Saviola, conformando un dúo goleador letal como no se recuerda...

 
At 8:48 p. m., Blogger arbusto el guerrero said...

Marqués de Bradomín: como usted dice, lo de ir presumiendo de la Universidad de Logos es grave, pero ensalzar la educación franquista es algo que deja ya de tener gracia alguna. Lo peor del asunto es esa falsa naturalidad de este Santo Tomás del siglo XXI (lo digo por la barriga) que se permite iluminarlos a través de sus libros-basura.

Anónimo: Vidal no juega sólo con la ignorancia de los oyentes de la Cope (supongo que la mayoría estarán ya jubilados o casi) sino que todavía engaña a muchos miles de personas. El librito de la entrevista de marras, por ejemplo, está el número 2 en la lista de ventas.

Hans: creo recordar que Vidal firma su prólogo a "Enciclopedia del Quijote" (Planeta, 1999) con un "Zaragoza, 1999" o algo así. Se puede deducir que estuvo orbitando por la universidad en aquel tiempo o, simplemente, que puso el nombre de la ciudad para hacerse el interesante (gana enteros la segunda opción, por lo que me cuenta usted). En realidad, cuando habla de su "experiencia en posgrado" se está refiriendo a unas clasecitas que dio en el Máster de El Mundo, lo mismo que daban clases redactores de ese periódico que en ningún caso tienen el grado de profesores universitarios. Dar a entender lo contrario es querer engañar al público, cosa que se le da bien al amigo.

 
At 5:49 p. m., Anonymous Anónimo said...

"Si uno sigue el plan de trabajo del que yo hablo en el libro, al cabo de un año tendrá más cultura que los que entran en la universidad y, al cabo de dos, más que la mayoría de los licenciados. (Vidal: entre la autoayuda y la teletienda)."

Y, al cabo de tres, le da sopas con honda al cretino de Vidal. ¡Arriba Ejpaña!

 
At 6:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Partiendo de la base de que me importa muy poco ser culto... ¿ser culto o que te reconozcan como tal? Además, como "La Cultura" es inabarcable, pienso que es mucho más bonito, sincero y gratificante ir "descubriéndola" -"tu cultura"- sin que César Vidal o cualquier otro te fije el guión de tu peli.

Sólo quiero salvar -bajo mi punto de vista- que sí considero importantes el Corán, los Evangelios, la Suma Teológica, El origen de las especies de Darwin y el Manifiesto comunista.

 
At 5:12 p. m., Anonymous mgayo said...

Os explico lo de profesor universitario.
Trabajo en la UNED y he investigado por este personaje. Al final conseguí encontrar a alguien que le conocía y trató con él en la época en la que supuestamente fue profesor de la UNED. No reproduzco sus comentarios, porque no recuerdo los detalles, pero si me quedé con las líneas generales que son de las que quitan el hipo.
Resulta que fue tutor colaborador (que no profesor tutor y mucho menos profesor) de la UNED en el centro de Caspe que es un centro adscrito al centro asociado que la UNED tiene en Calatayud y que a su vez es dependiente de la sede central que está ubicada en Madrid. Es decir que estuvo bastante lejos de ser profesor de la UNED.
Esto de tutor colaborador no es lo que la gente entiende por profesor universitario y menos de tipo funcionario de carrera que ha pasado una oposición. A los tutores los eligen los centros asociados y les da el beneplácito la UNED. Pero para los colaboradores ni siquiera se necesita este requisito. Llegó a ese puesto por recomendación de algún profesor de la UNED cuando estaba realizando su tesis en esa Universidad.
Es bastante habitual que los que empiezan en la UNED (becarios por ejemplo) se les proponga para tutorizar alguna asignatura y así ir desfogándose en la docencia. Se trata de tutorias, nunca de clases, aunque en algunos casos de asignaturas con muchos alumnos puede derivar en eso, pero las asignaturas de Historia no son de esas.
Lo que si me han confirmado es el plagio continuo que perpetra pero poniendo sumo cuidado en la forma de hacerlo y en la cantidad de líneas y frases seguidas que enlaza para no poder ser acusado legalmente. Hay que tener en cuenta, a este respecto, que la formación académica (licenciatura) de este individuo es el derecho y no la historia. Lo de la universidad americana también me lo confirmaron: lo de americana si, pero lo de universidad nada de nada.
De la Universidad de Zaragoza no se nada, y no me comentaron nada, pero es posible que la confusión venga por el hecho de que tanto Calatayud como Caspe son de esa provincia.
Espero haber arrojado algo de luz.

 

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