jueves, enero 11, 2007

Arbusto, ciudadano con papeles

Como diría Mussolini al llegar a Etiopía: “ya estamos aquí”. Dejando aparte la metáfora fascista, parece que empiezo a superar el maldito jet lag y que en los próximos días podré hacer una vida más o menos normal. Aterricé en Kabul en lunes por la noche y el martes, sin pérdida de tiempo, me acerqué al consulado de España para hacer un papeleo que debería haber resuelto antes de Navidad. La cosa fue más o menos así:

- Llego al nuevo consulado, que sabiamente alguien trasladó hace unas semanas a un edificio que está a pocos metros de mi casa (como tiene que ser). Al entrar ee encuentro con una chica bastante garrula/gárrula, que ni siquiera me saluda y sigue leyendo un ejemplar atrasado de El País (el único periódico disponible, casualmente, en el consulado). Le pregunto en español si está haciendo cola y me responde que ya la están atendiendo. “Perfecto”, me digo, mientras sigo esperando a que alguien se digne a aparecer en la ventanilla de atención al público.

- Después de 10 minutos en la ventanilla, aparece la típica señora de unos 60 años, muy maquillada y con ademanes señoriales. Una rancia, vamos. Le explico lo que quiero y me responde: “hable más alto”. Le vuelvo a hablar y me contesta otra vez “¡hable más alto, por favor!”. Acabo casi gritando y me pregunto por qué cojones han puesto un cristal a prueba de balas que cubre toda la ventanilla (sólo hay medio centímetro que da justo para deslizar un papel por debajo) cuando la mujer está medio sorda.

- Comienza la diversión: le digo a la mujer que recibí una llamada (fue ella la que me llamó, además) hace unas semanas, y que vengo para cumplir esos trámites tan urgentes que me pedían. Se me queda mirando como a un extraterrestre y me dice que no hay ningún impreso que rellenar. “Pero, ¿y el formulario ese?”, le pregunto. Me dice que no hay ningún formulario que rellenar (lo cual es falso, porque en la web lo dice bien claro) y me pasa, finalmente, un trozo de papel en el que me pide mis datos personales. De pronto, cuando parece que ya ha terminado, se saca de la manga un impreso para que yo pueda votar por correo. ¿No quedábamos en que no había nada que rellenar, señora?

- La mujer desaparece de repente, como si hubiera una trampilla en el suelo. Espero diez minutos más. Aparece otra mujer, creo que de origen asiático, que me habla en inglés. Le digo que me están atendiendo. Se va.

- Al rato aparece otra mujer, que se ofrece a ayudarme. Me acerco con el impreso del censo electoral ya relleno y me contesta: “no, yo no me encargo de eso”. Toca seguir esperando. Aparece fugazmente la bruja número 1, pero en lugar de llamarme se ofrece a “ayudar” a dos marroquíes que quieren tramitar un visado para España. El chico empieza a hablar y la mujer le dice en inglés chabacano “no puedo oírte”. El chaval sube la voz y la bruja le repite, con malos modos, el “¡no te oigo!”. (esto confirma que yo no era el problema, porque Sue y compañía siempre me acusan de hablar bajo).

- Un cuarto funcionario, esta vez un hombre mayor muy bien vestido, aparece al rato en la ventanilla. Le entrego mis documentos y me dice que todo bien, sin problema, y que pasa olímpicamente de hacer una fotocopia a mi pasaporte. A mí, como se comprenderá, me da todo igual.

- Balance final: tardé 40 minutos en recibir un impreso, rellenarlo y entregarlo. Considerando que se trataba de burocracia española (porque el espíritu del funcionario español cruza mares y fronteras) me puedo considerar afortunado. ¿O no?

5 Comments:

At 4:49 p. m., Blogger Sue said...

¿¿¿Qué es eso de hacer papeleo para votar por correo???

 
At 7:10 p. m., Blogger arbusto el guerrero said...

No me he querido enrollar demasiado (y aún así, me ha salido largo el post) pero ahora quiero aclarar que eso del voto por correo no era el motivo de visita al consulado. Me dieron el papelajo y lo firmé, nada más. De hecho, me acordé del cruel chiste que hacían sobre un niño de mi pueblo, un poco tonto, que cuando le decían de qué sabor quería la bola del helado respondía así: "La que quieras, porque se me va a caer igual".

Pues eso, que me censen donde quieran porque me voy a abstener igual.

 
At 9:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

Arbusto, no le digas a Sue que vas a votar por correo porque ya nos hemos comprometido todos a estar en Madrid para introducir nosotros mismos la papeleta en la urna el 27 de mayo. Cler

 
At 10:30 a. m., Anonymous Anónimo said...

Arbusto, eso es porque no conoces el consulado argelino en Madrid. Para entregar, y digo entregar simplemente, un papel, sueles estar 1 hora. El record lo pulvericé un día en el para entregar un documento y que me lo devolvieran firmado pasé allí la friolera de 6 horitas.

 
At 2:54 p. m., Blogger arbusto el guerrero said...

¿6 horitas? no está mal del todo, la verdad. Claro que la pregunta aquí es obligatoria: ¿qué turbio asunto relacionado con Argelia se traía entre manos el célebre conspirador Maxwell Start? Seguiremos informando.

 

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