jueves, julio 21, 2005

Coldplay

Tras el éxito de su primer disco, "Parachutes", el grupo británico Coldplay fue definido como un cruce entre U2 y Radiohead. Sinceramente, nunca vi el parecido con Radiohead, a excepción de arreglos de piano en temas como "Trouble" - un asunto menor, en mi opinión. Con su segundo disco, A Rush of Blood to the Head, Chris Martin y sus chicos me demostraron que podían hacer canciones realmente interesantes, como la primera pista del disco, "Politik".

El problema de todo esto es que el tercer disco de Coldplay es, para que engañarnos, una caca de la vaca. No tengo equipo de música en mi madriguera, ni tampoco electricidad, por lo que no puedo escuchar las novedades discográficas. Pero ello no me impide pedir prestado un discman de vez en cuando con el propósito de degustar nuevos discos, aunque no es precisamente el caso del bluff llamado "X & Y". Este disco es un puto plagio de U2, ese grupo que resulta amable a todo el mundo en esta época globalizada. A esos nuevos fans de U2 les diría que escucharan, por ejemplo, el álbum The Unforgettable Fire, del año 1984, para comprobar de dónde saca Coldplay sus canciones tan predecibles. Y, sin ánimo de iniciar una carrera de crítico musical, tampoco quiero callarme las patentes influencias de "Close to the Edge" de los míticos Yes.

Conclusión: Coldplay están encerrados en sus propios límites y servidor, arbustiano de pura cepa, está ya muy viejo. Así que mejor me olvido de pop británico y me pongo a perrear con el reggaeton: acabo de divisar a una pedazo de yal. Allá voy, a motivarla bien.