lunes, febrero 28, 2005

Los siete derechos de los gitanos nómadas

Éste es el extracto de una noticia publicada recientemente:
París, 24 feb (EFE).- El Consejo de ministros del Consejo de Europa adoptó hoy una recomendación sobre la necesidad de ofrecer alojamientos "humanamente aceptables" a los gitanos con el fin de prevenir y combatir la discriminación de esta etnia. En sus doce páginas, el texto, que aborda los problemas de los gitanos en su globalidad, subraya la necesidad de acometer políticas que tengan en cuenta los diferentes modos de vida de esta etnia, ya sean sedentarios, semi-itinerantes o itinerantes, que "deben ser respetados". Precisa que cuando habla de "alojamiento conveniente" se refiere "no sólo a tener un techo bajo el que cobijarse" sino a que sea "suficientemente grande, luminoso y aireado, y que ofrezca una cierta intimidad, sea físicamente accesible, permita vivir en seguridad y estar equipado de infraestructuras básicas".
¿Qué tal, amigos? Aprovechando mis conocimientos de derecho comunitario, he contactado con un bufete de abogados para ir preparando la lista de siete derechos imprescindibles para todos los gitanos itinerantes (ya sabéis, los que viven en caravana y rechazan cualquier intento de integrarse en lugares estables). Una píldora de tolerancia multicultural no hace daño a nadie, ni siquiera a un arbusto como yo:
  1. Ordenador portátil y acceso a internet sin cables. Se recomienda un router wi-fi para cada caravana, y un servidor gratuito de un mega de velocidad.
  2. Sistema de calefacción centralizada y aire acondicionado.
  3. Televisión digital con canal temático propio. Un 53 por ciento del Consejo de Europa ha votado a favor del título “Te calé”.
  4. W.C. con sistema tren Talgo: después de la defecación, nada mejor que abrir la compuerta. Se propone un sistema similar a las millas del tabaco Fortuna: por cada truño desperdigado en la carretera la familia en cuestión se apuntará un “mojoncito” por su contribución a la producción de estiércol anual.
  5. Constitución en Salou de una ciudad del juego similar a Las Vegas, con la posibilidad de que jóvenes de 14 años puedan contraer matrimonio al más puro estilo norteamericano. Para no ofender la excepción cultural gitana, el oficiante de la boda no irá vestido de Elvis Presley sino de: a) Cantante de los chunguitos. b) Hermano de Rosa López (la de Operación Triunfo).
  6. Bono gratuito para los diferentes parques temáticos de la costa española (Port Aventura, Terra Mítica). De esta forma, el peregrinaje por los pueblos mediterráneos vendrá acompañado del imprescindible rato de ocio que todo ser humano necesita.
  7. Como corolario del anterior, exclusivamente para mayores de 18 años: bono gratuito para prostíbulos de carretera. La comunidad gitana itinerante necesita soliviantarse cada cierto tiempo, como es de comprender.

jueves, febrero 24, 2005

Sociología del japonés: un salido de cuidado



Nuestro compañero Shogun (respetaremos su anonimato) nos remite una curiosa clasificación de los muy conocidos "pervertidos amarillos" - léase salidos japoneses. Transcribo al pie de la letra las definiciones que ha encontrado en la revista Primera Línea:

CHIKAN. Significa pervertido, pero se usa para designar a los que meten mano en lugares públicos. Suelen actuar en el metro durante la concurridísima hora punta. Tan extendido está el problema que incluso hay vagones sólo para mujeres.

BURUSERA. Del japonés burusera (calcetines anchos) y serasutsu (vestido de marinero). Designa la obsesión de muchos nipones por la ropa colegiala: desde uniformes, pantalones cortos, chándals de gimnasia... a lo más deseado: las braguitas. A ser posible usadas.

SHITAGIDOROBO. Literalmente, ladrón de ropa interior. El robo de ropa interior en Japón está a la orden del día. Existen una especie de jaulas para secar las bragas al sol y que no las manguen.

UPSKIRT. Consiste en hacer fotografías de la ropa interior de las chicas por debajo de la falda. Muchos llevan la cámara en el zapato y suelen hacerlas en un vagón concurrido del metro, en el autobús, en una escalera mecánica o en una salida de ventilación. (Comenta nuestro amigo Shogun: "Para mí éste es el más sofisticado. Espero que, como en el chiste, no salgan algunas chicas diciendo: "¡Se van a joder porque no llevo bragas!").
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martes, febrero 22, 2005

Russell y la estafa de su "Historia de la Filosofía"

Está a la venta la "Historia de la Filosofía" de Russell, como producto estrella de esa colección modestamente llamada "Grandes Textos de la Cultura Occidental".

No tenemos nada contra Bertrand Russell: lo censuramos con la misma gratuidad que a los demás. Pero que nadie espere de su libro una historia de la Filosofía; a lo más que puede aspirar es lucir un lomo imponente en la estantería de los libros o a nivelar esa mesita coja que todos tenemos en casa. Y a divertirse un rato con sus chascarrillos.

En efecto, los artículos están escritos del tirón, con más bien poco rigor y un tanto de socarronería. En plena II Guerra Mundial, Russell, exiliado en los Estados Unidos, aceptó el encargo de un millonario para escribir su "Historia de la Filosofía"; con el dinero pretendía mantener a su familia en Inglaterra. Pero el contrato fue roto a la mitad del tiempo pactado, y Bertrand terminó la obra con un poquito de prisa. El resultado es un libro aceptable de historia antigua y medieval, pero bastante ligero en lo que concierne a contemporánea. Su estilo fácil y sorprendentemente despreocupado cautivó al público norteamericano (claro), lo que convirtió la obra en un auténtico "bestseller". Entre otras perlas, podemos encontrar el hipotético diálogo entre un Nietzsche-monstruo-de-cómic y el mismísimo y santo Buda.

Así pues, el que quiera enfrentarse a un texto hilarante a la par que insidioso, que compre el libro en los quioscos; pero que nadie espere de él una historia de la filosofía.

domingo, febrero 20, 2005

¿Es José Luis Moreno un farsante?



No voy a extenderme demasiado en esta ocasión porque el texto que incluyo es lo suficientemente claro sobre el tema. ¿La cuestión es la siguiente: ¿Es José Luis Moreno un neurocirujano que tras ejercer la profesión se dedicó después al mundo del espectáculo? ¿Fue también un niño prodigio en el mundo de la ópera? ¿Habla 17 idiomas, y traduce del finlandés al griego en la ONU? Hasta ahora, estos datos biográficos acompañaban cualquier entrevista a este peculiar personaje hispánico. Y, de hecho, Manuel Díaz Prieto los tomaba por verídicos cuando empezó a preparar una semblanza en el diario "La Vanguardia". La sorpresa viene cuando este periodista, que parece ser el único que se ha tomado la molestia de contrastar la información, empieza a notar que todo de lo que presume el "toma Moreno" carece de base real.

Aquí tienes el texto original (agradezco a mi colega Fal el suculento regalo)


¿Conoce usted a este neurocirujano?

La primera vez que leí una entrevista en la que José Luis Moreno aseguraba ser neurocirujano pensé: imposible. Y, sin embargo, tuvo que pasar un año para que me decidiese a hacer una simple llamada. Esta es la historia de todo lo que sucedió después

Manuel Díaz Prieto - 13/02/2005

Hace apenas dos semanas, en el suplemento de televisión de este mismo diario, aparecía de nuevo un perfil biográfico del conocido empresario audiovisual y ventrílocuo José Luis Moreno. Volvía a figurar como neurocirujano, pero había un dato más: había ejercido la especialidad durante cinco años en la clínica La Milagrosa de Madrid.

Esta vez sí que el dato logró despertar mi curiosidad periodística. Y decidí preguntar. Nada más sencillo: servicio de información telefónica, hermana administradora, que me remite al gerente, y Gaspar Palet, el gerente de la clínica La Milagrosa, que contesta amable y claro.

-No nos consta que haya trabajado como médico. Y mucho menos como neurocirujano, especialidad que funciona en esta clínica desde hace sólo siete años.

No me lo puedo creer. Acudo al servicio de documentación y Teresa Amiguet rastrea todo lo que hay publicado sobre José Luis Moreno. Reportajes y entrevistas en algunos de los principales diarios, cadenas y emisoras, en los que aparece como neurocirujano. ¿Estaba ante una exclusiva de Aquí hay tomate?, ¿o tenía entre manos un ejemplo claro de lo fácil que resulta engatusar a los medios de comunicación y de que éstos amplifiquen los mensajes más increíbles sin causar pasmo ni rechinar de dientes?

En todo caso, todavía no tenía nada. De lo que sí era consciente es de que este señor es el empresario más importante del sector audiovisual en España. Un enemigo muy poderoso para un periodista que, como yo, prefiere ir por la vida en son de paz. ¿Se han fijado en la cara de loco que pone en Torrente 2?

En casi todas las entrevistas se repetían varios lugares comunes que presentaban dificultades distintas a la hora de comprobarlos. Su pretensión de ser neurocirujano no era más que el aperitivo de una biografía estratosférica. Su condición de multimillonario, sus múltiples casas, productoras televisivas, hoteles, cafeterías, restaurantes y supermercados repartidos entre Madrid, Nueva York y Atenas no dejaban de parecer verosímiles en alguien que a sus habilidades como showman unía unas bien contrastadas dotes empresariales.

Adolescente prodigio

Pero Moreno aseguraba haberse licenciado en Derecho, Música y Filosofía y Letras. Lo que no le habría impedido que sus dotes canoras le llevasen a los 17 años al Covent Garden como primer tenor de un Rigoletto y a dominar todos los idiomas europeos, el árabe y el japonés. Un dominio -transcribo literalmente- que le permitía realizar traducciones simultáneas del finlandés al griego para Naciones Unidas.

Cualquier mortal se hubiese conformado con la mitad, pero José Luis Moreno insistía en adornar su trayectoria con la autoría de 26 libros, en varios idiomas y muchos con el seudónimo Pep (¡!). La investigación de tan vasto registro de habilidades podría ocupar media vida de un periodista serio. Yo tenía una semana.

Así que decidí comenzar por su faceta de profesional de la sanidad. La biografía distribuida por la agencia Efe reza: "Ventrílocuo y humorista de ocupación y neurocirujano de profesión, nació en Madrid en 1947. Con la ventriloquía ayudó a costearse la carrera de Medicina, en la que se licenció por la Universidad de Madrid y más tarde se especializó en Neurocirugía. Durante tres años ejerció de neurocirujano en la madrileña clínica La Milagrosa". No quisiera llamar al mal tiempo, pero, en caso de deceso, buena parte de los medios de comunicación repicarían los datos de esta fuente de seriedad contrastada.

Ya es miércoles cuando llamó al Ilustre Colegio de Médicos de Madrid. Moreno asegura haberse dedicado a la medicina tras un amor frustrado que lo alejó de la ópera. Debía hacer de eso unos 40 años y esos fueron los datos que le di a la persona que me atendió: su nombre verdadero (José Luis Rodríguez Moreno) y la fecha aproximada en la que debió estar colegiado.

-No nos consta ninguna persona con ese nombre.

No me gustaba el cariz que estaba cogiendo el tema. Buscaba, todo lo más, a un mentiroso, a alguien que a pesar de haber triunfado se le dispara un poco la imaginación a la hora de redondear la historia de su vida ante los periodistas. Podía haberse colegiado en alguna otra provincia. Llamo a la Organización Médica Colegial, que agrupa a todos los colegios de España.

-Tenemos tres Rodríguez Moreno, pero ningún José Luis.

Marco el número del presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía, José María Izquierdo.

-No pertenece ni ha pertenecido a la Sociedad. Antes apenas éramos unos 150 y nos conocíamos todos.

A estas alturas, la pregunta del millón era saber si José Luis Moreno estaba realmente licenciado en Medicina. Llamo al departamento de prensa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde me sugieren que me ponga en contacto directamente con el decanato de la Facultad de Medicina. Así lo hago, y ahí surge el primer problema.

-¡Huy!, tendrá que hacer su solicitud por escrito -me responde una voz femenina que se identifica como la secretaria del decano.

Blindaje legal

Remito, pues, una solicitud formal en nombre de mi diario al decano, explicándole lo que solicito: sólo pretendo que la facultad en la que Moreno dice que estudió confirme si alguien que asegura pública y repetidamente que es médico está realmente licenciado.Cuando vuelvo a hablar con la secretaria del decano, su respuesta me deja atónito:

-Consultados los servicios jurídicos de la Universidad, aconsejan no facilitarle la información
que solicita por posibles problemas con la ley de Protección de Datos.

Incrédulo, me pongo en contacto con Isaac García, el jefe de Comunicación de la UCM, quien con amabilidad y tras enviarle los datos que teníamos me ofrece la misma respuesta. Me exaspero. ¿De qué forma puede colisionar el derecho a la privacidad confirmar si alguien que asegura haberse licenciado en Medicina realmente lo ha hecho? La respuesta -"sólo podemos
suministrar esta información mediante un requerimiento judicial", afirma García- únicamente puede beneficiar a los farsantes.

Mi enfado ante la evidencia de que entre el funcionariado de este país todavía pervive la creencia de que la incompetencia no pasa factura me lleva a tomar la deriva abominable del "usted no sabe con quién está hablando". Recurro a los más de 800.000 lectores que serán testigos de su respuesta.

-Pues publíquelo.

Ante el callejón sin salida, tiro de otro de los hilos de la madeja que parece ser la vida de Moreno. Sus éxitos como tenor.

-¿A los 17 años, un papel de primer tenor de Rigoletto en el Covent? ¡Imposible!, -responde un prestigioso crítico de ópera. Lo que, matiza, no es un certificado de que no hubiese sucedido. Pero una joven promesa como Moreno actuando en primeros papeles en La Scala de Milán o en la Arena de Verona no hubiese pasado inadvertida.

Y de los 26 libros que asegura haber escrito, sólo en una entrevista menciona el título de uno: Alguien se equivocó, editado hace diez años y que cuenta el drama personal de un médico azotado por una negligencia cometida durante una operación. Consultado el ISBN no hay constancia de ningún libro publicado con este título desde 1972.

El jueves por la noche tengo ya todos estos datos que acabo de transcribir, pero me tiembla el pulso. Le digo a mi jefe que la historia ofrece demasiados puntos de fuga y que no estoy dispuesto a jugarme el tipo. "Tengo muy poco que ganar y mucho que perder", le digo.

Así que cuando el viernes, día de cierre, mi página ya ha sido sustituida por otra, decido lanzarme a la piscina. Me mueve más que la impostura de un empresario ventrílocuo mi condición de lector alucinado con algunas de las cosas que se publican.

Y que, a fuerza de repetirlas, acaban pasando por ciertas.


Posdata arbustiana: una cosa es ser un gran periodista de investigación y otra es ser Dios. Como se ha podido comprobar, el redactor no ha podido superar el escollo insalvable que supone la burocracia de la Universidad Complutense. No me extraña: de haberlo conseguido, se habría tratado de un suceso paranormal.

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viernes, febrero 18, 2005

Lucía Etxeberría hace el ridículo



Durante varios días he leído y releído los pasajes más reconfortantes de Philosophia Arbustiana, un libro que, como es bien sabido, se sustenta en un rígido estoicismo directamente deudor de Séneca. Sin embargo, he de declararme culpable (¡oh pecador de mí, ser corrupto e inmoral!) porque no he sido capaz de contener mi odio. Así que, tras muchos desvelos y alteraciones alimenticias, me decido a hacer pública mi crítica a Lucia Etxebarría, esa escritorzuela que se lleva los millones en carretilla gracias a sus libros-basura.

Lugar: el programa de Julia Otero. Fecha: martes 8 de febrero. Motivo: entrevista doble a Joseph Borrell y Lucía Etxebarría sobre la Constitución Europea.

La inculta de Etxebarría se hizo pasar por buenrrollista y defendió el "no" a capa y espada. El problema es que hizo el ridículo al querer meterse en el patatal de la política económica - más concretamente, en la armonización fiscal. Su frase merece figurar ya en todas las antologías del despropósito:

"Claro, cómo iba a querer Liechtenstein armonizar nada".

Borrell, con más vergüenza ajena que otra cosa, tuvo que decirle: "Perdona, pero Liechtenstein no forma parte de la Unión Europea".

Evidentemente, no será un arbusto como yo el que imparta lecciones de política internacional, pero al menos soy consciente de que, cuando se desconoce un tema, lo mejor es estarse calladito. Pero es mucho pedir para esta dama tan posmoderna, quien además regaló declaraciones más bien surrealistas del estilo: "qué más da tener una relación fluida con Estados Unidos, si es un país endeudadísimo, si casi forma parte del imperio nipón".

En fin, no sigo más. Igual algún día cito algún pasaje de sus libros, y entonces sí que nos reímos de verdad.
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domingo, febrero 13, 2005

Abellán humilla a Reyes y a su familia

No hay nada peor que alguien a quien desde pequeño le han reído la gracia cuando, en realidad, carece de talento alguno. Uno de los mejores exponentes de ese subgénero de graciosillos patrios es José Antonio Abellán, metido en los últimos años a pseudopresentador de un programa deportivo en la noche radiofónica. Este Abellán no deja de ser un vulgar admirador de José María García (el hecho de que lo parodie continuamente denota su obsesión) aunque, para conseguir audiencia, se presenta como imitador light de José Ramón de la Morena. En cualquier caso, tanto el original (de la Morena) como la copia (Abellán) destacan por su hipócrita campechanía y por su ignorancia de fútbol.

La última broma de este pesado de Abellán es una minucia, como quien dice. Un humorista de su programa se hace pasar por Butragueño y llama a Reyes (jugador español del Arsenal inglés) para ofrecerle fichar por el Real Madrid. El chavalito, que es bastante paleto por cierto, pica el anzuelo y reconoce que le encantaría jugar en el Madrid, además de declarar que no se adapta a la vida de Londres. Conclusión: al día siguiente la prensa inglesa monta un pollo ante el deseo de Reyes por abandonar el club que pagó una millonada por él. El jugador se muere de vergüenza, a su madre le da un ataque de nervios ( no es coña, por cierto) y los representantes del jugador anuncian una demanda contra el programa de Abellán.

La broma es la siguiente: el supuesto Butragueño llama al hermano de Reyes para comunicarle el interés del Real Madrid y pedirle, de paso, el número de teléfono del jugador. Luego el Buitre llama a Reyes y empieza a tirarle de la lengua con frases del estilo "¿Qué, ya te estás imaginando con Zidane, no?", y "Además, ¿vivir en Londres tiene que ser un coñazo, no?". Para acabar, se permite la gracia de pedir que le pongan con la madre del futbolista para reírse un rato de la señora. La mujer le agradece enormemente la llamada y confiesa: “Veinte años de alegría me has dado”.

No es de extrañar que le diera, tras enterarse del engaño, fuera un ataque de nervios. Lo raro de todo esto es cómo se puede llegar a ser tan cruel para ensañarse de esa forma con alguien que no lo merece.

Y lo peor de todo, como comenta un sabio amigo mío, es que la broma ya estaba grabada hacia unas horas. Es decir, que no es que la llamada en directo se fuera de las manos debido a la excesiva ilusión de Reyes, sino que al emitirla por la noche Abellán sabía perfectamente lo que se hacía con tal de ganar unos miles de oyentes más.

Se me ocurre una broma muy sencilla: que un imitador se haga pasar por guardia civil y le diga a Abellán en antena que su familia ha tenido un accidente de coche. Es un ejemplo, vamos. ¿Cómo reaccionaría esa mediocre persona?

Tienes el archivo sonoro en este enlace
http://www.cope.es/paginas/tirachinas_radiador.asp

(la hijoputada está a partir del minuto 10)

viernes, febrero 11, 2005

desmontando a César Vidal (y I)



Bueno, bueno, el arbusto termina la semana con ganas de ofrecer unos textos calentitos de verdad. Ya sabes, excelso visitante, que César Vidal pasa por ser uno de los grandes historiadores de la actualidad, además de exitoso conductor del programa nocturno La Linterna de la cadena COPE. No he de ocultar que en sus intervenciones en las tertulias de María Teresa Campos me sentía inmensamente atraído por su amplísima cultura y su capacidad para mantener la elegancia oratoria ante burdos periodistillas progres que no pasaban de gritar consignas vacías de contenido. Ante rivales como los que representaban a la izquierda oficial / oficialista en la mencionada tertulia matinal, Vidal ganaba por goleada. Sin embargo, no sale tan bien parado cuando expertos en la materia analizan algunos de esos libros que fabrica año tras año con la misma facilidad que se hacen chorizos tras la matanza del cerdo.

¡Ay, amigo Vidal, qué cerca estás del plagio en tus libros!

Uno de sus libros publicados en 2004 fue Checas de Madrid (Belacqua/Carroggio, Barcelona
365 págs), supuestamente un ejemplo más de la pasión por desvelar la verdad de este historiador-filósofo-teólogo-periodista. No será un simple arbusto el que critique a Vidal, pues mis conocimientos de Historia de España son bastante más limitados que los suyos (vamos, eso creo, porque igual el hombre se empeña en convencernos de que no es así). Por lo tanto, acudo a la reseña publicada en una de las mejores revistas de España, Revista de libros. En el número 87 (marzo 2004), el profesor Eduardo González Calleja escribe una extensa reseña titulada "De campos, cárceles y checas. Maneras de ver la represión durante la Guerra Civil y la posguerra", en la que analiza dos nuevos libros dedicados al tema. Tras elogiar la rigurosidad de los artículos incluidos en el libro de Carme Molinero, Margarita Sala y Jaume Sobrequés (Eds.) Una inmensa prisión. Los campos de concentración y las prisiones durante la Guerra Civil y el franquismo (Barcelona: Crítica) en su primera parte de su reseña, González Calleja dedica estas elocuentes palabras a Vidal:


Lamentablemente, no puede decirse lo mismo de la obra de Vidal, cuya falta de originalidad arranca desde su mismo título, tomado de una novela del periodista de ABC Tomás Borrás -el inventor del «complot comunista» de la primavera de 1936 (5)- que ni siquiera aparece aludida en la bibliografía final. Estamos ante un ejemplo señero del «método» de confección de libros que ha dado notoriedad a este escritor: una porción de páginas de relleno que envuelve la inanidad total a la hora de tratar el tema que es presunto objeto de análisis (sólo se dedican 26 páginas a la actividad «chequista» en Madrid de un total de 364); un aparato «crítico» repleto de notas improcedentes o de relleno, con siglas que quizá pertenezcan a fuentes ignotas, con una bibliografía contextual que se exhibe pero que no se emplea, trufada de títulos deliberadamente poco accesibles al lector español, que se citan de forma incompleta o que no aparecen en la relación final. El repertorio bibliográfico, con obras repetidas o redundantes, asignaciones falsas, inserciones inexplicables y olvidos clamorosos (6), es un caos absoluto que hubiera hecho las delicias de Southworth.

Los apéndices documentales son otro ejemplo contundente de esta falta de seriedad y de criterio: el número I (relación de checas de Madrid) aparece repetido literalmente en el texto y sin alusión alguna a las fuentes empleadas para su confección; el número II es una «antología documental» tan peregrina que repite sistemáticamente párrafos ya introducidos en el cuerpo de texto; el número III es una mera transcripción del martirologio depositado en el santuario de la Gran Promesa de Valladolid; y el número IV (relación de asesinados) es un listado pretendidamente alfabético, que revela su absoluta inutilidad al estar plagado de errores (véase a título ilustrativo las entradas 578, 719, 2186 o 3664), no señalar el lugar y la fecha de las ejecuciones, y no citar las fuentes para su elaboración, como tuvo el decoro de hacer Rafael Casas de la Vega en su catálogo de víctimas, que Vidal vampiriza descaradamente (7).

[incluyo las notas a pie de página]

(5) Tomás Borrás, Checas de Madrid. Epopeya de los caídos, Madrid, Editora Nacional, 1944, pág. 5. Sobre su papel en la justificación del Alzamiento, véase Herbert R. Southworth, «Conspiración contra la República. Los "Documentos secretos comunistas" de 1936 fueron elaborados por Tomás Borrás», Historia 16, n.° 26, junio de 1978, págs. 41-57. Vidal también parece abonarse a la tesis de la conspiración comunista en las págs. 160-161.

(6) Entre otros, las pocas obras específicas sobre las checas madrileñas, como Alberto Flaquer, Checas de Madrid y Barcelona, Barcelona, Rodegar, 1963, y Rodolfo Vistabuena, Las checas, Madrid, Publicaciones Españolas, 1953. Otra novela sobre la cuestión, aparte de la de Borrás, que no se cita, es la muy conocida de Agustín de Foxá, Madrid, de corte a checa, Salamanca, Jerarquía, 1938 (1.ª ed).

(7) Rafael Casas de la Vega, El terror. Madrid, 1936. Investigación histórica y catálogo de víctimas identificadas, Madridejos, Fénix, 1994, págs. 311-460, donde se señalan la fecha, el lugar de la muerte y las profesiones de los asesinados, según los datos que asegura haber tomado del Archivo Histórico Nacional, el Servicio Histórico Militar y el santuario de la Gran Promesa de Valladolid. Existe una gran discrepancia en el número de asesinados en Madrid durante la guerra: Vidal da 11.705 nombres, Salas Larrazábal habla de 16.449 y Casas de la Vega ofrece un listado completo, y más fiable, de 8.500.



No pienso recrearme en la indigencia moral de Vidal así que, si quieres leer la reseña entera, acude al siguiente enlace:
http://www.revistadelibros.com/Editions/Detail.asp?IdNews=2783

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desmontando a César Vidal (y II)

Tranquilo, compañero, que César Vidal da para mucho más. Si la Historia de España es pan comido para él, es evidente que un suceso como el holocausto nazi no podía dejar de tener el “honor” de llamar la atención de nuestro amigo. Como no me gusta salpicarme de estiércol, transcribo unos fragmentos de El holocausto a debate. Respuesta a César Vidal, publicado en internet por Enrique Aynat (¿será Enrique Anaut metido a historiador? No lo creo).

El libro está en PDF en
http://aaargh-international.org/fran/livres2/EAresp.pdf

En las páginas 5 y 6 de su libro, Aynat resume en primer lugar las modestas intenciones de Vidal (cita un fragmento de la introducción que hace Vidal), para desnudar después la precariedad de los argumentos de nuestro historiador favorito. Cito a Aynat:

Vidal expresa con claridad la finalidad de su obra:

“¿Necesita el Holocausto ser sometido a una revisión? El autor de estas líneas piensa que, efectivamente, así es. Incluso iría más allá, hasta el punto afirmar que, ciertamente, realizar una revisión del Holocausto constituye una de las tareas más necesarias en el momento histórico actual, siempre que la misma arranque del análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables. Esa es la finalidad del presente estudio. No se trata de una obra acerca del Holocausto como tal. Más bien constituye un análisis de la labor realizada en relación con el mismo por parte de los autores revisionistas.” [esto es una cita de lo que Vidal dice en su libro]

Sin embargo, ninguno de estos objetivos va a ser alcanzado. La obra resulta ser un fiasco absoluto. Vidal, como se verá más adelante, ni realiza una revisión del Holocausto, ni ha tenido acceso a las “fuentes históricas contrastadas e irrefutables”, ni su análisis sobre los historiadores revisionistas puede tomarse en consideración.



Un poco más adelante, Aynat (pág 20) comenta los libros que Vidal incluye en su bibliografía, demostrando que no tiene ni idea sobre el tema:

En resumidas cuentas, el material empleado por Vidal para “analizar el fenómeno de la literatura revisionista” se limita a tres libros – dos de ellos, escritos hace más de treinta años – y a cinco folletos. Además, algunos de los autores citados por Vidal son completamente desconocidos en los círculos revisionistas internacionales. Ni S. Borrego ni S.E. Castan son citados siquiera una vez en el extenso índice de autores de la principal revista revisionista, “The Journal of Historical Review”, que recoge 739 artículos de fondo y recensiones de obras publicadas a lo largo de 13 años. Por otro lado, Vidal no menciona ni una sola obra – libro o artículo – de autores revisionistas de la talla de Robert Faurisson, de Carlo Mattogno, de Wilhelm Stäglich o de Mark Weber. Tampoco menciona el trabajo principal de A.R. Butz, “The Hoax of the Twentieh Century”, que sin duda es el más notable que se ha escrito desde el punto de vista revisionista.


Tampoco es plan de ponerme muy pesado, porque ya he puesto antes el link al libro completo de Aynat. Una última broma de Vidal que bordea lo macabro: según una nota a pie de página, un documento es “Hull a Bern, 23 de septiembre de 1942”, es decir, que Vidal cita un fragmento de una carta que un tal Hull escribió a un tal Bern. Aynat (pág 27) demuestra cómo Vidal se dedica a tirarse faroles una vez sí y otra también, ya que ni siquiera ha tenido en sus manos la dichosa carta que dice conocer. Si al menos la hubiera tenido en sus manos, Vidal se habría dado cuenta de que no es una misiva sino un documento que Hull enviaba a la representación diplomática de Estados Unidos en Berna (capital de Suiza). Al tratarse de un texto escrito en inglés, en el encabezamiento aparece “Bern”, lo que deja en evidencia ese “análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables” del que presume Vidal en su introducción. Como indica Aynat, la personificación de Bern no es una simple errata porque Bern aparece luego en el índice analítico de final del libro.

Conclusión: ya van dos autores que critican a Vidal por su poca seriedad. No parece extraño que publique varios libros al año, ¿no?

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desmontando a César Vidal (y III)

Lamento sinceramente el haberme referido a César Vidal como “historiador-filósofo-teólogo-periodista” en la primera entrega de esta trilogía, y lo lamento porqué olvidé añadir otra de sus arrolladoras facetas: la de crítico literario.

Vidal tiene entre sus decenas de libros uno titulado Enciclopedia del Quijote (Barcelona: Planeta1999), definido así en la página web de la editorial: "En sus páginas se agrupan los arcaísmos, las referencias a personajes y períodos cronológicos poco o mal conocidos, los guiños cuya amplitud se ignora. Esta obra pretende ayudar al lector del Quijote, sea antiguo amigo de la novela o recién llegado al exquisito relato, a salvar las dificultades derivadas de su texto."

En realidad, el 80 por ciento del libro se resume en un listado de refranes y expresiones de la época (no hace falta ser un genio para saber que Vidal ha utilizado diccionarios previos) y en una clasificación alfabética de personajes reales e imaginarios que son de relevancia por su relación con Don Quijote. Aquí juega Vidal a comparatista literario con chorradas como decir que la novela de Cervantes ejerció influencia sobre James Joyce y, más concretamente, sobre Finnegans Wake (¿?) Cualquiera que conozca mínimamente esta obra (casi ininteligible, en mi opinión) sabe que no hay modo alguno por donde coger esta relación. Aunque Vidal no lo sepa, hay profesores que dedican horas de su tiempo a investigar manuscritos del autor irlandés en lugar de leer la contraportada de sus obras, como haría él, y entre estudiosos cito por ejemplo a Francisco García Tortosa. Este catedrático de Filología Inglesa ha cotejado el catálogo de la biblioteca que Joyce tenía en su casa de París, y Don Quijote no aparece por ningún lado. Pudiera ser que Joyce leyera la obra gracias a una edición prestada, pero parece que no es el caso según se afirma en numerosos artículos que Vidal podría ir leyendo, si es que no está muy ocupado en su próximo libro. Le recomiendo, para empezar, Joyce y España, editado Carlos García Santa Cecilia (Madrid, Círculo de Bellas Artes, 2004) y, si no quiere gastar su preciado tiempo, le insto a dirigirse directamente al artículo "España en Joyce" del propio García Tortosa, en el que éste analiza las menciones que Joyce hace a Don Quijote en su célebre novela Ulises, junto a las que hace de Teresa de Ávila, Velázquez, Felipe II, O’Donnell, Alfonso XIII ... vamos, que si por alusiones se trata en un libro de 800 páginas ya puede Vidal prepararnos nuevos libros sobre la influencia de los monarcas españoles en la obra de Joyce.

Volviendo a Finnegans Wake, lo más curioso es que Vidal justifica la relación con Don Quijote porque el tema de la ensoñación quijotesca se supone que fue una influencia para esta obra de Joyce, repleta de un una confusión de lenguas en cruce onírico. A partir de esta afirmación, si Vidal presume de comparatista yo reclamo, en igualdad de derechos, mi cátedra de arbustología comparada: desde hoy mismo propongo la radical influencia de los Sueños de Francisco de Quevedo sobre Finnegans Wake y, para ponerme más chulo, de La vida es sueño de Calderón. Y a ver quién me contradice.

Lo dicho: los textos de Vidal hablan por sí solos.

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martes, febrero 08, 2005

Ana prepara "Sexo en Alcorcón"



Se dice (se comenta) que Ana Obregón está trabajando en una adaptación carpetovetónica de la afamada serie televisiva Sexo en Nueva York. Según los rumores circulantes, la Obregón quiere contar con Loles León como compañera de correrías sexuales. Por si hay algún despistado, hemos de decir que Sexo en Nueva York narra en tono de comedia las venturas y desventuras de cuatro mujeres en su deseo de encontrar a unos hombres que se monten bien el boogie-boogie con ellas. Desde luego, el dúo Obregón-León no son precisamente un ejemplo de esculturales bellezas, pero para eso ya está el humor cañí (que vendrá de manos de esta última, suponemos).

Ante los inconmensurables conocimientos de biología que acredita Doña Ana, nos preguntamos si entre los mil y un juegos sexuales que podría llevar a cabo en la serie tiene pensado el rollito zoófilo. Nada mejor que un marsupial para liberar tensiones. ¿Y por qué no?

De Sexo en Nueva York a Sexo en Alcorcón: es lo que tiene este país.
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lunes, febrero 07, 2005

Santiago Segura: un pordiosero expulsado de los Goya

Muy relevante la entrevista que Ana María Ortiz firma con Santiago Segura (El Mundo, suplemento Crónica, 6-feb-05). El director de la segunda película más taquillera de la historia del cine español (Torrente 2) no mereció ser invitado a las galas de los Goya, suponemos que por falta de glamour y progresía. El bueno de Segura dice que si no asistió a la gala fue porque le dio pereza reservar butacas, ya que “teniendo en cuenta que estoy rodando Torrente 3 y que madrugaba al día siguiente no me parecía tan mal verlo desde casa”. Aunque no fue invitado, sí tenía derecho a asistir en tanto que miembro de la Academia del Cine, pero confiesa que su devoción por fotografiarse con ZP no llega al punto de pasarse el día colgado al teléfono para que al final le concedan el pase.

A modo de espectador orteguiano, qué mejor lugar que mi arbusto para formular la siguiente pregunta: ¿tendrá que gastar su preciado tiempo Almodóvar reservando por teléfono butaca para los Goya, a modo de sufrido cliente de Telefónica que pretende que le den de baja el ADSL? Sinceramente, no me veo al figurín manchego pidiendo un par de entradas y repitiendo “ni de las primeras ni de las últimas, con buena visibilidad, y cerca de las cámaras, por favor...”

Calificaba la entrevista a Segura de “relevante”, y mantengo ese adjetivo porque muy relevante me parece para constatar el estado moral de nuestra carcomida industria cinematográfica. Ahora se trata de lamer el culete a Amenábar después de ponerlo a parir (vean si no las declaraciones de Vicente Aranda en su momento) por venderse al capital norteamericano con The Others, mientras que Segura no deja de ser un sucio calvo que ya ni siquiera es gordo. En la próxima gala quizá le toque a Aménabar volver a ser el proscrito oficial, porque el péndulo oscila de un lado para otro...

Y una última pregunta: ¿por qué los Goya no dejan de ser una copia hortera de los Oscar? Mucha cerveza Mahou y mucho Resines diciendo a su hijo “esto es una película española, chavalín”, pero yo no veo flamenco en la gala sino música y vestiditos a cual más snobs. En fin, esto es lo que hay.

PD: ¿por qué no una subvención del ministerio de Incultura para este blog?

viernes, febrero 04, 2005

el declive de Javier Sardá

Sardá y su putrefacto programa vuelven a ser derrotados por el humor inteligente de Buenafuente. He escarbado entre arbusto y arbusto para encontrar las audiencias del miércoles 2 de febrero: "Buenafuente", 1.927.000 (29.6%) por "Crónicas marcianas", 1.608.000 (24.4%). El sinvergüenza de Javier se vio tan acorralado que tuvo que recurrir a la emisión de fragmentos de películas pornográficas incluso desde las 12 de la noche, una hora bastante temprana para tal emisión (y para más inri, las imágenes ya habían sido puestas hacía tres o cuatro años, pero no me preguntéis cómo lo sé).

Lo siento, Sardá: en mi jungla no hay lugar para iguanas peseteras como tú.

jueves, febrero 03, 2005

"Reconstrucción", nueva novela de Orejudo



Antonio Orejudo acaba de publicar su tecera novela, "Reconstrucción". Lo digo porque, ya que el populacho se anima (lo animan) a devorar historias prefabricadas del tipo "Todo lo que quiso saber sobre el Código Da Vinci", "Asignaturas troncales cursadas por Da Vinci en el estudio del Código" y "Vini, Vidi, Vinci", no es mal momento para conocer algo de literatura de la de verdad. Se da la casualidad de que Orejudo sitúa la trama en el siglo XVI y en periodo de turbulencias religiosas, así que los "amantes" de estos argumentos ya pueden ir poniéndose al día.

Hoy el Arbusto se ha levantado de buen humor tras la siesta, por lo que se te ofrece la sinopsis de la novela (fusilada de la contraportada, tampoco hay que pasarse en esto de entregarse a los demás). Y recuerda que en este link puedes leer el comienzo de la obra
http://www.tusquets-editores.es/lib_ficha_prn_lectu.cfm?Id=1780

En 1535, en el corazón de una Europa convulsa tras el cisma de Lutero, se suceden las rebeliones contra la Iglesia católica y el Papa. En la ciudad alemana de Münster un orador particularmente preparado, Bernd Rothmann, se convierte en el guía espiritual que encabeza la revuelta contra la corrupta jerarquía católica. Dentro de la ciudad se declara la libertad religiosa, acuden centenares de peregrinos y, con ellos, profetas y predicadores de toda laya. Extramuros, sin embargo, los ejércitos católicos se aprestan para el escarmiento más despiadado. Dieciocho años después, cuando la sublevación de Münster es sólo un recuerdo y la Inquisición persigue cualquier indicio de herejía, el inquisidor general de Lyon tiene que identificar con urgencia al autor de un manuscrito anónimo, especialmente venenoso, e impedir su difusión. Es obra de un brillante filólogo, de un teólogo singular, con suficientes conocimientos de medicina como para sostener las teorías más heterodoxas sobre el funcionamiento del cuerpo. Y para seguir su rastro, el inquisidor acude a Joachim Pfister, un culto grabador de tipos de imprenta que trata con varios talleres de Francia.
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éste soy yo a las 7:12 a.m. Tengo muy mal despertar Posted by Hello